El nazi y la drogadicta

Intento que pase esta semana sin profundizar, sin que me afecte, por conservar, como un número E entre el 200 y el 297. Esperar a que lleguen Mis usuarios favoritos, salir a pasear, baños y almuerzos, una dinámica y una ficha, el baile final y para casa: esa es la hoja de ruta. Lo del nazi noruego que se ha cargado a casi cien personas no es de extrañar en uno de esos países tan dados al civismo autoimpuesto, donde no hace más de un año un espontáneo fastidió la actuación de España en Eurovisión. En definitiva: un lugar donde se piensan que todo el mundo va a hacer todo correctamente.
Y lo de Amy Vinatera se veía venir. Ya tardan en sacar el recopilatorio fulero de una discográfica cutre, el oficial, la edición de lujo de toda la discografía, y el consabido disco de duetos. Todo ello antes del álbum póstumo que elaborarán con los descartes de anteriores trabajos, amén de contratar a alguna con la voz parecida para que se marque un Milli Vanilli.
Al descubrir la foto que ilustra el post creí ver el logo del Gran Héroe Americano pero ya veo que hay mucho gilipollas en el mundo.